martes, 20 de diciembre de 2016

De memoria, deseos, y posturas

Publicaba hace meses en el ‘feisbuk’ algo así como:
“La memoria no entiende de fechas, da igual que estemos en Mayo, da igual que sea 4”.

Y dadas las fechas en las que estamos y siendo como somos, algunos, no todos aunque no se si afortunada o desgraciadamente, sigue estando vigente, sigue siendo cierta.

Lo mismo da que sea Febrero, Marzo, Junio o Diciembre. Si te acuerdas de algo lo haces sea la fecha que sea. Y si eres como eres lo vas a seguir siendo todo el año. Lo que pasa es que en estas fechas todos, si todos, se dedican a publicar lo buenos que son, lo que quieren a los demás y lo que le desean a los prójimos y prójimas, aunque en el resto del año no sean capaces de cruzar una sola palabra, o una mirada, o una llamada telefónica, o un puñetero mensaje de ‘guasap’.

Y no digamos ya nada del manido postureo. Ese afán de aparentar o de hacerse ver ‘más allá de las posibilidades’.

No tenemos remedio, o cuando menos, no es fácil, asequible o accesible.

Solamente somos generosos cuando vemos que podemos obtener algo y eso no es ser altruista, sino profundamente egoísta, interesado, …

Qué mala es la memoria, jejejejejeje. La usamos a nuestra conveniencia. Si se trata de echar en cara algo o de poner ‘a parir’ a alguien nos acordamos de ciertas cosas, y si queremos ponernos guapos para salir bien en una foto, buscamos otras.
Esto es lo mismo que ya comentaba por aquí, en otra entrada, acerca de la Historia. Extraemos pasajes de ella según el discurso del día. Y no puede o no debe ser así. Las cosas son como son. No se pueden alterar, mal que nos pese, o les pese a algunos.

Dos frases, que no pueden faltar.

En atención a que no tengo gran memoria, circunstancia que no deja de contribuir a esta especie de felicidad que dentro de mí mismo me he formado...
(Mariano José de Larra)

Cada uno tiene el máximo de memoria para lo que le interesa y el mínimo para lo que no le interesa.
(Arthur Schopenhauer)

lunes, 12 de diciembre de 2016

Caza de brujas, o, mejor dicho, de gazapos.


Jejejejeje, a veces leer el periódico (cualquiera de ellos) se convierte en un reto, en un verdadero pasatiempo.
No por las noticias en sí, que cada una tiene lo suyo, sino por la forma de redactarlas, de colocarles titulares, entradillas, … ¡Ve uno cada cosa…!

A ver, hablamos Castellano, idioma muy rico, capaz de calificar usando decenas de sinónimos y de expresar decenas de ideas usando una sola forma. Pero lo usamos mal, muy mal o, al menos, no tan bien como sería deseable.
Datos de esa riqueza son sin duda sus estadísticas. Cuando se publicó la vigésima segunda (o vigésimosegunda, que ambas formas están aceptadas, luego son correctas)  edición del diccionario en el año 2001, los datos eran:
-Lemas: 88.431
-Acepciones de lemas: 161.962
-Formas complejas (formadas por más de una palabra): 25.547
-Acepciones de formas complejas: 28.619
-Acepciones y marcas americanas: más de 36.000
Y podríamos seguir, pero creo que no hace falta.

Cuando no son faltas de ortografía, de esas que duelen, son defectos en el uso de los signos de puntuación (que ya sabemos de la importancia de una simple coma, no ya si se usa, sino por dónde se usa), o son detalles a la hora de construir un titular, que te hacen pensar una cosa y si lees el artículo completo ves que es todo lo contrario, o aparecen matices nuevos a lo que habías pensado al principio.
Ejemplo real, reciente: Dice el titular ‘Fallece un motorista en xxxxxx al colisionar con un turismo’. Lo lees y piensas, oh, es que van como locos. Asocias moto a gran cilindrada, a gran potencia, a descerebrado conduciendo, … (no me digáis que no, que es así, solemos generalizar, mejor dicho generalizan los que no tienen ni idea de lo que hablan. Ni todas las motos son de gran cilindrada, ni las barbaridades se hacen con las grandes o con las pequeñas, ni la potencia depende exclusivamente del tamaño del motor, ni todos los que hemos conducido y/o conducimos moto vamos siempre como locos, habiéndonos dejado las neuronas guardadas en el cajón de la mesita de noche, para que no se pierdan).
Después lees el artículo o hablas con los que saben qué ocurrió y es que el turismo se salió de su carril y se llevó por delante a la moto con piloto incluido, que para el caso da igual que fuera una moto un tractor o el camión de la basura, pero si es moto si es noticia, …

Y si eso ocurre en un periódico, más y peor ocurre cuando hablas o escribes a alguien (y si es por facebook o whatsapp mejor me callo).

Si, ya sé que da igual, que se entiende, pero caramba, por no decir otra cosa más gorda, comerse una ‘h’ que ya se que no suena, o cambiar una ‘b’ por una ‘v’, que también sé que están juntas en el teclado, causa terror.
Causa terror aun sabiendo que no todos saben leer y escribir con corrección, porque esos errores no son patrimonio exclusivo de personas que por la razón que sea no han tenido estudios, sino que provienen de gente en teoría culta, de universitarios, de profesionales altamente cualificados, …
Por ejemplo: a todos nos sonará el nombre de Javier Solana, ¿verdad?. Pues este señor, ministro en aquel entonces, dijo que era el ‘catorceavo’ ministro de cultura (en vez de decimocuarto, que no es lo mismo un ordinal que un partitivo). Si, de cultura, la que él demostró al decirlo. Y se quedó tan pancho.

La razón fundamental de que se produzcan estos horrores ortográficos es muy sencilla. No se lee suficiente, o casi no se lee. Nos limitamos a engullir los dieciocho programas de televisión que nos ponen y no sacamos tiempo para leer un libro. Es que no tengo tiempo para leer, diréis. Pero si que hay tiempo para ver la tele, …
Me viene a la memoria una frase de Groucho Marx que dice más o menos ‘la televisión es muy educativa, cuando la encienden me voy a leer un libro’.

Y ya que hablamos de leer, también leemos de hablar, muchas veces, casi siempre, de forma peyorativa. Se lee, se escuchan comentarios acerca de determinados acentos, de formas de hablar, por ejemplo, por cercanía, del andaluz.

Entran en juego las variedades lingüísticas, de las que hay cuatro tipos. A saber (copio texto que procede del Centro Virtual Cervantes):
1.    Las variedades funcionales o diafásicas (los registros) son las modalidades lingüísticas que se eligen determinadas por la situación de comunicación. Según el medio empleado (oral o escrito), la materia abordada (corriente o de especialidad), según la relación que exista entre los interlocutores (de solidaridad o jerarquía) y la función perseguida, se distingue entre diversos registros: registro coloquial, formal, familiar, especializado, elaborado, espontáneo, etc.; los registros especializados han sido denominados también tecnolectos. Entre las variedades funcionales o diafásicas se encuentran además las jergas (variedad utilizada dentro de una profesión determinada) y los argots (variedad característica de un determinado grupo social: argot juvenil, argot del hampa, etc.).
2.    Las variedades socioculturales o diastráticas (los niveles lingüísticos) son las diferentes formas de usar una lengua según el nivel de instrucción del hablante y su estima hacia el idioma. Estas variedades de la lengua también reciben el nombre de sociolectos. Según cual sea el grado de dominio que un hablante posee del código lingüístico y del discurso se distinguen tres niveles de lengua: el nivel alto o culto (variedad social que se caracteriza por el uso de recursos lingüísticos diversos y elaborados), el nivel medio (variedad con un grado medio de conocimiento del idioma) y el nivel bajo o vulgar (variedad social definida por el escaso dominio de la lengua). Entre la variedad diastrática y la diafásica se da una determinada relación, por cuanto esta se ve condicionada por aquella: un hablante que posee un nivel culto de la lengua es aquel que es capaz de utilizar el registro más apropiado para cada situación de comunicación; en cambio, un hablante con un nivel vulgar emplea siempre del mismo modo —el único que conoce— la lengua, independientemente de las condiciones de la comunicación. El uso de vulgarismos pone de manifiesto el poco grado de instrucción lingüística de un hablante: por ejemplo, el empleo de palabras mal formadas ([amoto]) o de enunciados agramaticales revelan desconocimiento del sistema de la lengua.
3.    Las variedades geográficas o diatópicas (los dialectos) son los usos lingüísticos que se emplean en un determinado territorio. En español, los dialectos meridionales (andaluz, extremeño, murciano, canario, español de América) presentan rasgos lingüísticos diferenciados de las variedades regionales septentrionales: por ejemplo, la curva entonacional, el seseo y la aspiración de la h y la s, o el uso de un léxico propio de cada zona geográfica.
4.    Las variedades históricas o diacrónicas constituyen realizaciones de la lengua que caracterizan una determinada etapa de su historia. En la historia de la lengua española, se distingue entre el español arcaico (ss. X-XII), el español medieval (ss. XIII-XV), el español clásico o del Siglo de Oro (ss. XVI-XVII), el español moderno (ss. XVIII-XIX) y el español actual.

Desde un punto de vista individual, la variedad que define a un hablante particular, en cuanto a su profesión, edad, sexo, nivel de estudios, procedencia social y geográfica constituye su idiolecto.
Y continúa…pero yo no.

Hay una plataforma por la defensa del andaluz. Para mi el andaluz no hay que defenderlo, hay que usarlo, usarlo bien. Porque el andaluz es Castellano, o Español, como ustedes quieran. Una cosa es mal hablar y otra usar el andaluz, que enriquece y mucho al castellano. Lo que pasa es que muchos confunden hablar mal con hablar andaluz. Y de lo que estoy totalmente en contra es de la manía de algunos de ‘foneticalizar’ (no existe el palabro, pero me entendéis perfectamente, de ahí las comillas) lo que hablamos, por ejemplo el uso indiscriminado de ‘k’, finalizar los plurales con ‘h’, y otras barbaridades. Pienso que hablar y escribir no tienen por qué estar unidos. Del mismo modo que en otros idiomas, que tenemos transcripciones fonéticas de los vocablos a fin de ayudarnos en la pronunciación, ya que no se corresponde cada carácter con un único sonido…

Y, para finalizar, dando un toque de humor recordaré unos refranes, que son sabiduría popular, pero expresados de forma no convencional (usando perífrasis).

-A dicciones articuladas por laringes insolentes, trompas de Eustaquio en estado letárgico. (A palabras necias oídos sordos)
-Al que a la aurora alboree, del ser supremo socorro en usufructo percibirá. (A quien madruga Dios le ayuda)
-Crustáceo decápodo que pierde su estado de vigilia, es arrastrado por el ímpetu marino. (Camarón que se duerme la corriente se lo lleva)
-Ocúpate de la alimentación de las aves córvidas y estas te extirparán las estructuras de las fosas orbitarias que perciben los estímulos visuales. (Cría cuervos y te sacarán los ojos)
-Cuando su majestad luciferina no tiene con qué pasar el ocio de las tediosas horas, con el apéndice coccígeo espanta los molestos dípteros. (Cuando el diablo se aburre, con el rabo mata moscas).

Pues si, deberíamos leer e intentar cazar esos errores que no debería haber, pero que haberlos haylos, como las meigas.

lunes, 5 de diciembre de 2016

¿Tenemos arreglo?

Está clarísimo que nuestro estado de ánimo nos condiciona. No todos los días nos levantamos con las mismas ganas de hacer cosas, algunos días ni siquiera tenemos ganas de salir de la cama (o del sofá).

Más aún cuando de lo que se trata es de plasmar, a través del teclado, lo que pensamos, o hemos oído que otros piensan, o lo que ocurre, o nos parece que ocurre, …

Llevo días dándole demasiadas vueltas a ‘mis circunstancias’, como diría Ortega y Gasset. Y eso se traduce en que no hay 'feeling' con el texto escrito, o, mejor dicho, con el texto aún por escribir.

Dicho lo cual, continúo con lo que me trae hoy por aquí.

Tomé nota hace algunas semanas de una publicación en el Diario Sur que se hacía eco de otra noticia de su grupo editorial (El Correo de Bizcaia, del grupo Vocento).

Dicha entrada se compartió en el dichoso ‘libro de caras’ y era acerca de una señora, madre, que buscaba un abuelo para su hija. Por lo visto, la pequeña le había pedido que le buscara un ‘aitona’, alguien que diera paseos con ella, que le leyera cuentos, que le diera cariño, ya que ya no podía contar con la presencia del abuelo ‘de verdad’.

Vivimos en un mundo que no está acostumbrado a estas cosas. Vas por la calle, estás en casa, en cualquier parte, y, sea donde sea donde mires, la gente está a su bola, agarrados a un artilugio electrónico, ensimismados, totalmente abstraídos del mundo que les rodea, siempre, claro está, que ese mundo no les aparezca en la pantalla de su móvil de ultimísima generación. Todo lo que ocurre alrededor  de esas 5 pulgadas no importa, no existe, no cuenta.

Parece mentira que yo diga esto, siendo, como soy, informático, pero la verdad es que le damos demasiado protagonismo a los cacharros y a los ‘interneses’.
Por supuesto que tienen muchas cosas buenas, cómo no, pero tienen una cosa malísima, que nos encierran en una burbuja de la que algunos no son capaces de escapar.

La noticia de la niña que pide un abuelo es poca cosa. Es el mensaje que transmite lo realmente importante. Aún hay esperanza. Parece que no todo lo que nos rodea es aséptico, impersonal, egoísta, carente de solidaridad.

Os copio un texto de esos ‘para reflexionar’.

Este era un enorme árbol de manzanas al cual un niño amaba mucho. Todos los días jugaba a su alrededor, trepaba hasta el tope, comía sus frutos y tomaba la siesta bajo su sombra. El árbol también lo quería mucho.
Pasó el tiempo, el niño creció y no volvió a jugar alrededor del árbol. Un día regresó y escuchó que este le decía con cierta tristeza:
-¿Vienes a jugar conmigo?
Pero el muchacho contestó:
-Ya no soy el niño de antes que juega alrededor de los árboles. Ahora quiero tener juguetes, y necesito dinero para comprarlos.
-Lo siento---dijo el árbol-. No tengo dinero, pero te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas; así podrás comprar tus juguetes.
El muchacho tomó las manzanas obtuvo el dinero y se sintió feliz. También el árbol fue feliz, pero el muchacho no volvió. Tiempo después, cuando regresó, el árbol le preguntó:
-¿Vienes a jugar conmigo?
-No tengo tiempo para jugar; debo trabajar para mi familia y necesito una casa para mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?
-Lo siento -repuso el árbol-. No tengo una casa, pero puedes cortar mis ramas y construir tu casa.
El hombre cortó todas las ramas del árbol, que se sintió feliz, y no volvió.
Cierto día de un cálido verano, regresó. El árbol estaba encantado.
-¿Vienes a jugar conmigo? -le preguntó.
-Me siento triste, estoy volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar, ¿puedes dármelo?
El árbol contestó:
-Usa mi tronco para construir uno; así podrás navegar y serás feliz.
El hombre cortó el tronco, construyó su bote y se fue a navegar por un largo tiempo.
Regresó después de muchos años y el árbol le dijo:
-Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte, ni siquiera manzanas.
El hombre replicó:
-No tengo dientes para morder ni fuerzas para escalar, ya estoy viejo.
Entonces el árbol, llorando, le dijo:
-Realmente no puedo darte nada. Lo único que me queda son mis raíces muertas.
Y el hombre contestó:
-No necesito mucho ahora, sólo un lugar para reposar. Estoy cansado después de tantos años...
-Bueno -dijo el árbol-, las viejas raíces de un árbol son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven, siéntate conmigo y descansa.
El hombre se sentó junto al árbol y este, alegre y risueño, dejó caer algunas lágrimas.
Esta es la historia de cada uno de nosotros, el árbol son nuestros padres. De niños, los amamos y jugamos con ellos. Cuando crecemos los dejamos solos; regresamos a ellos cuando los necesitamos, o cuando estamos en problemas. No importa lo que sea, siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Usted puede pensar que el muchacho es cruel con el árbol, pero ¿no es así como tratamos a veces a nuestros padres?

domingo, 13 de noviembre de 2016

'El e-mail' o 'de cómo pueden cambiar las cosas'

Hace años leí el texto que copiaré a continuación. Sinceramente, no sé de dónde lo extraje, ni voy a averiguarlo, creo. Lo cierto es que lo guardé junto con otras cosas y lo he encontrado hoy.

Una historia parecida es parte de una actuación del malagueño Dani Rovira. Él, obviamente, lo adorna en aras de conseguir mayor efecto cómico (y dramático, que tambien).

Esta es la historia:

Un hombre pierde su trabajo. Después de buscar varios meses, se entera de que en Microsoft necesitan barrenderos. El gerente de relaciones industriales le pregunta sus datos, lo observa barrer, le felicita y le dice: "El puesto es suyo. Deme su e-mail, para informarle el día y la hora en que deberá presentarse".

El hombre, desconsolado, contesta que no tiene email, y el gerente de relaciones industriales le dice que lo lamenta mucho, pero que, si no tiene e-mail, virtualmente no existe, y como no existe, no le puede dar el trabajo.

El hombre sale desesperado, no sabe qué hacer y sólo tiene $250 en el bolsillo. Entonces decide ir al mercado de abastecimiento de frutas y verduras y compra un cajón de tomates de 10 kg. Se va de casa en casa vendiendo el kilo de tomates a $50. En menos de dos horas ha duplicado su dinero; repite la operación otras tres veces, cena en un pequeño restaurante y vuelve a casa con $ 150.

Se da cuenta de que, de esa forma, puede sobrevivir, y cada día sale más temprano y vuelve más tarde. Así duplica, triplica y hasta cuadriplica el dinero en un solo día. Con un poco de suerte logra comprar una camioneta, que un año después cambia por un camión; a los tres años, ya tiene una pequeña flota de transporte.

A los cinco años, el buen hombre es dueño de una de las principales distribuidoras de alimentos del país. Entonces recibe a un agente de seguros y, al terminar la conversación, este le pide al empresario que le dé su dirección electrónica para enviarle la póliza. El hombre contesta que no tiene email, y el agente le dice:

-Si usted no tiene e-mail y llegó a construir este imperio, no quiero imaginarme lo que sería si lo tuviera.

Y el buen hombre replica:

-Sería barrendero de Microsoft.

Moraleja 1. Internet no te soluciona la vida.

Moraleja 2. Si trabajas por tu cuenta y tienes suerte, puedes ser millonario.

Moraleja 3. Si quieres ser barrendero de Microsoft, es mejor tener e-mail.

Corolario. Si este mensaje te llega por e-mail, es muy probable que estés más cerca de ser barrendero de Microsoft que multimillonario.

viernes, 28 de octubre de 2016

Historia o historietas

No carecemos de nada en nuestra sociedad y, obviamente, tampoco en el aspecto político, ya que en este caso sí que nos representan.
Tenemos ignorantes, incultos, aprovechados, listillos, ladrones (presuntos), y también hay personas normales (aunque viendo, oyendo o leyendo las noticias, los normales son los que ya he citado).

Ahora estamos con el tema de la posible elección de un señor como Presidente del Gobierno, gracias a la abstención de unos y al sí de otros. Y, como de todo se aprende, ahí ando yo escuchando a los representantes de los diferentes partidos. Es lo que tiene el aburrimiento.

Me voy a hacer eco de la quizá más conocida frase de las que se han escuchado en el día de hoy. Conocida porque ha sido, y sigue siendo, titular en las noticias. Bueno, de la frase completa no, solo de lo ‘sustancial’, que no es, claro, la referencia a google.

El otro día publicaba en el muro ‘Harto de escuchar estupideces, de leer interpretaciones de la Historia.
Si, ya sé que la Historia la escriben los ganadores (lo escribió George Orwell y, posteriormente la modificó Sir Winston Spencer Churchill al decir que 'la historia será generosa conmigo, puesto que tengo la intención de escribirla'), pero se cansa uno de tantas vueltas y revueltas a lo mismo.
Ya sabéis aquello del tonto y el camino, ¿verdad? que cuando el camino se acaba el tonto sigue. Pues eso.'

Ese apunte de facebook era por la repetida historia del descubrimiento. Por las interpretaciones que se dieron, se dan y se seguirán dando, acerca de la ‘labor’ de los españoles en tierras americanas.

No me voy a pronunciar a favor ni en contra (es costumbre, yo pienso lo que pienso y sé lo que digo, pero como esto no es una confesión, pues lo que sé y lo que pienso queda para mí). La Historia es una. Lo demás es como quieras verlo.

Ahora bien, sin ir más allá de lo puramente histórico, puedo dar opiniones acerca de lo que veo, escucho, etc.…

Se ha hecho referencia en la sesión del Congreso en el día de hoy a ‘la Cruz de Borgoña’ y, señalando a un representante del PNV, a los ‘gudaris vizcaínos’.

Vale, si, en parte, sólo en parte, tiene razón. Cierto es que la Cruz de Borgoña se usó en tiempos de Franco, pero no es menos cierto que ese símbolo es español desde tiempos de Felipe el Hermoso, si, finales del siglo XV y principios del XVI. Español, tan español, hasta el punto de ser usado en los barcos como bandera hasta creo el siglo XVIII en que se cambió por la actual enseña nacional, esa misma que según algunos también es un símbolo franquista, retrógrado, arcaico,… y que casi habría que desterrar.

Después de dejar de ser usada como símbolo nacional, fue utilizada por los carlistas ya a finales del XVIII. Y ahí radica en parte el error de hoy. El carlismo estuvo muy asentado en el país vasco. Según fuentes, Sabino Arana, fundador del Eusko Alderdi Jeltzalea (EAJ, en euskera o Partido Nacionalista Vasco PNV en castellano) era profundamente carlista. Y la referencia a los gudaris vizcaínos es más como símbolo antifranquista que otra cosa.

Ahora, según quién hable, es bueno o malo nombrar esos años en el siglo pasado. Eso, en mi tierra, es interpretar, de forma totalmente sesgada, partidista y personal, la Historia de España.

Vamos a ver, señores. Volvemos a casi lo mismo de hace años con el ‘Águila de San Juan’, a lo mismo del ‘yugo y las flechas’. Todos esos símbolos fueron usados hace siglos y han sido reinterpretados y reutilizados en diferentes etapas de nuestra historia. Lo que pasa es que, para algunos, la única historia que se debe recordar, obviamente para mal, es la de mediados del siglo XX, porque si nos vamos unos años, decenios o siglos atrás, vemos que no tenemos razón, o las razones que pensamos no son las correctas.

Ignorancia histórica o memoria histérica, ustedes verán.

No se trata ahora de hacer un estudio en profundidad de heráldica (escudos) o de vexilología (banderas), pero se debe investigar un poco, aunque eso sea darle la razón a su señoría cuando éste se refirió a que ‘puede buscarlo en google’ (aludiendo al Sr. Rivera). Y no es que ‘gúguel’ lo sepa todo, simplemente nos abre muchas puertas donde encontrar ese todo. Y no nos podemos limitar a uno solo de los apuntes que allí se nos ofrecen, porque pueden ser falsos,… Todo requiere echarle tiempo de investigación.

En nuestra historia están los símbolos de la Cruz de Borgoña, del Águila de San Juan, del yugo, de las flechas, del mismo modo que en la historia de otros países está la Cruz de Malta, por ejemplo. Es que la Cruz de Malta es un símbolo nazi, dirán algunos, y efectivamente lo es, o lo fue, pero también fue símbolo de la orden del temple casi diez siglos antes, ¿o no?

Total, que habiendo como hay datos a cientos para aprender, para enriquecerse culturalmente, datos muchos de ellos que no nos va a dar tiempo siquiera a nombrar, nos ponemos a discutir posibles matices de unos cuantos de ellos. Es increíble pero es así.

Tres citas, para terminar por hoy.

Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia. (Aldous Huxley)

Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió. (Enrique Jardiel Poncela)

Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo. (Jean Paul Sartre).

lunes, 17 de octubre de 2016

De cómo usamos las redes sociales (III). Memes y memeces.


Hace un año aproximadamente publiqué esto en el famoso muro de la ‘f sobre fondo azul’ y, cómo no, sigue estando de actualidad. Seguimos igual.
Lo copio y pego, y, después, actualizo.

Llevo algún tiempo, mucho quizá, pensando en si es o no conveniente escribir esto.
Acabo de decidir que sí, que lo es.
Nos quejamos a menudo de que en internet (y ahora más, ya que la mayoría de nosotros tiene un teléfono más o menos inteligente y usamos constantemente herramientas de búsqueda de información) no todo lo que encontramos es cierto.
Cualquiera puede crear una página y poner allí lo que quiera.
Cualquiera puede, desde su muro de facebook, decir lo que le venga en gana.
Lo malo de eso es que si lo que ponemos no es cierto, o está tergiversado, o está falto de algún dato importante, nos induce, o puede hacerlo, a error.
Bulos (hoax, cuando se reciben por correo electrónico) ha habido, hay y desgraciadamente seguirá habiendo, siempre.
En nuestra mano está parar esas cadenas de errores.
Si cada vez que leemos o vemos algo nos damos una vueltecilla a ver qué hay en La Red acerca de eso, seguro que nos llevamos una sorpresa.
Creo que fue Voltaire el que dijo que 'el sentido común no es nada común'.
Hay que usar, a veces, el sentido común.
Antes de propagar algo irreal, busquemos quién más lo ha dicho, escrito,...
Frases celebres, por ejemplo (tema que a mí me encanta). Si en una página vemos una frase, acompañada de una foto (por ejemplo del Sr. Coelho). La vemos, nos gusta y la copiamos en nuestro muro. Hala, qué bien me ha quedado.
Pero, ¿alguien ha buscado a ver si efectivamente fue Coelho el que la escribió? A lo mejor sí, o alguna parecida, tras leer a otro que era el que la puso antes.
También hay atribuciones falsas de frases y textos del estilo de 'ladran, .....', que NO ESTÁ en el Quijote, 'cosas veredes....' que tampoco, ...
Artículos que no ha escrito Pérez Reverte,...etc.
Y de esas y como esas, cientos...
Pero de todo eso se sale haciendo búsquedas en internet.
Avisos de seguridad, por ejemplo 'si te atracan en el cajero pon el pin al revés y eso es que estás avisando a la Policía'...
FALSO. Si pones el pin al revés, da error y ya está. Además, si tu pin es capicúo ¿cómo sabe el cajero si llamar o no a alguien?
Los imanes de la nevera son malísimos para la salud, ya que bla, bla, bla...MENTIRA.
Nuevo teléfono de atención a xxxxxx, que sí, que existe, pero en Argentina, por ejemplo. No aquí, en España.
Escritos pseudooficiales, con membrete de la Guardia Civil o de la Policía. Todos los hemos visto.
Textos copiados y pegados con un aspecto legal y real, que mencionan Códigos (que no Leyes) y artículos que no son de aplicación...
Es, quizá, este caso, el que me ha llevado a escribir este tocho.
El Código de Propiedad Intelectual existe, si, pero en Francia. No aquí. Aquí existe la Ley de Propiedad Intelectual (R.D.L. 1/1996 de 12 de Abril).
Estatuto de Roma?, qué tiene que ver la Corte Penal Internacional en que yo publique o deje de publicar una foto?
Además, cuando nos creamos nuestro perfil, le dimos a aceptar a unas condiciones (si, justamente esas que nunca nadie lee y todos aceptamos porque de lo contrario no tenemos facebook). De qué me puede valer ahora colocar un mensaje que diga que tal cláusula no me gusta y yo no la acepto?
Es que, acaso, los sres de facebook van a buscar en mi perfil si publiqué o no que 'si consiento' o 'no consiento' que me copien lo que quieran?, ...Sinceramente, lo dudo.
Resumiendo, usemos la cabeza y las herramientas a nuestro alcance y pongamos en cuarentena toda la información que leemos. Seamos un poco escépticos y busquemos si hay rastros de ello en internet.
Si no hacemos así, seguiremos llenando el ciber espacio con basura, y cada vez será más difícil encontrar la luz (o el interruptor, cuando menos...)

Hasta aquí lo que en su tiempo publiqué.

Bueno, pues raro es el día que no me encuentro con algún texto o un meme o un texto que ha escrito un meme, perdón memo, y que nosotros copiamos como buenos memos que somos.

El último, pero no el más moderno, es el que dice que han hackeado face y que si no copias el texto se te va a  caer a pedazos la pirula o alguna 'soplagaitez' parecida.

Vamos a ver. Hackear face? Para qué? Para ver la cantidad de tonterías que se cuelgan?.

Los bulos, y textos esos, se pueden comparar a los virus informáticos, que, a su vez, se comparan a los reales (de ahí su nombre). Los virus informáticos se llaman así porque infectan, se propagan, pueden cambiar de forma, … Igualito que los puñeteros virus que nos atacan tan a menudo (a unos más que a otros).
La única diferencia es que los virus dañan equipos, datos, programas, … y los bulos solo nos dañan a nosotros porque nos marean con tanta información dudosa o directamente mentira con que van cargados.

Los memes cumplen su objetivo que es llegar a mucha gente. Y se valen de una imagen que llama la atención y un texto muy corto, pero directo, y de la inmediatez que nos proporciona el hecho de estar conectado.

Y es esa inmediatez la causa de su fulgor, de su éxito.

¿Cómo ‘desinfectarnos’ entonces? Pues fácil, no copiando y pegando de forma indiscriminada, y, sobre todo, intentando comprobar todo lo que leemos. Así aprenderemos y descargaremos de poder nocivo a esos elementos.

Es decir, no seamos memos con tanto meme.

Por cierto, para que no tengáis que buscar, el término meme lo introdujo Richard Dawkins en su libro ‘el gen egoísta’ y la define como la unidad de información que es transmisible entre individuos.
Y, para ser del todo correctos, las fotos con texto de Batman, de Caaaarl, de J. Iglesias, … son memes de internet, es decir una clase de memes.

sábado, 8 de octubre de 2016

¿Engañamos a los demás o nos engañamos nosotros?

¡Qué dignos, responsables, legales, justos somos todos! Bueno, no todos, porque si eres Bárcenas, o Rato, o Chaves, o Griñán, o Barberá, o tantos otros, no. Esos no son dignos, son unos corruptos porque se aprovechan de la situación que tienen para mangar y mangonear lo que se les antoje.

Vaya obviedad he soltado, podréis decir. Pero no, no es tan obvio.

Todos, absolutamente todos, en el fondo, o en la superficie, somos como ellos. Que levante, si no es así, la mano quien no haya intentado hacerse una ‘pirula’ alguna vez, con una factura, con una instalación, una reparación en casa….
Lo que pasa es que cada uno de nosotros defrauda en la medida de sus posibilidades. Yo, con una factura (sin factura, claro, por aquello del IVA) de 200 euros y Rato con una tarjeta oscura o Bárcenas con un sobre, o un sindicalista con un curso de formación… Pero los corruptos son ellos. Siempre ellos.

Yo no digo, porque no puedo decirlo y porque sería mentira si lo dijera, que no haya familias que lo están pasando mal con la maldita crisis, si, existe mucho desempleo, el paro juvenil en España roza el 40%, cuando en Europa está de media en el 15%...
Hay muchos parados de larga duración, si, demasiados. El trabajo que se crea es precario, también. Todo eso es cierto. Pero también se leen, se ven, se oyen situaciones que vamos a tildar de extrañas, en el mejor de los casos.

Ejemplo reciente. Ha circulado por el ‘Caralibro’ un video en el que alguien, cansado de la situación que atraviesa, solicita trabajar gratis durante tres meses para tener derecho a una prestación (subsidio de desempleo para mayores de 55 años).

El comentario general ante ese video es: ‘hay que ver, pide trabajar gratis para poder llevar algo a su casa’.
Es triste, pero también es ilegal o, cuando menos, poco ético. Lo explico. Trabajar gratis, a medias, claro, porque gratis gratis no es, hay que abonar las cuotas a la Seguridad Social. ¿O es que piensa abonarlas él para que la empresa que sea no se gaste un euro? Aunque así fuera.
Si nos vamos a la página oficial de la Seguridad Social, vemos que las cuotas que se abonan en concepto de desempleo (que no son todas, sino una parte de las cotizaciones completas) se sitúan en torno al 8% de la base de cotización (exactamente el 7.05% o el 8.30% dependiendo del tipo de contrato). Es decir, que si de una nómina de 1000 euros mes, durante tres meses, y a la que se incluye la parte proporcional de pagas extras, para hacerlo todo de forma muy legal, se obtiene una base de cotización (en los tres meses) de 3500 euros (tres meses a mil más dos cuartas partes por las dos pagas extra), habremos cotizado por desempleo la cantidad de 246.75€ (al 7.05%) o de 290.5€ (suponiendo el 8,30%). Redondeemos, por aquello de facilitar cálculos. 500 euros.
Por esos 500 euros (que ya sabemos que no llega a esa cantidad) se obtiene, o se puede obtener un subsidio de 426 euros al mes hasta la edad de jubilación. O sea, diez años a 426 euros mensuales, solo son 50000 euros. Si, cincuenta mil, que me han costado (he cotizado por ello) 500.
Vaya negocio. Decidme un banco en el que ingresando 1000 o 2000 euros, obtenga si o si, 50.000. NO EXISTE.

NOTA IMPORTANTE: realmente no me ‘cuestan’ esos 500 euros, ya que la cotización total a la seguridad social, entre empresa y trabajador, sería de un 29.2% de la base de cotización más, es decir, con datos reales, no redondeados al alza, hablamos de 1268.75 o 1312.5 euros, a lo que aún habría que añadir el porcentaje de IRPF. Pero claro, tanto las cotizaciones a la seguridad social como los impuestos directos (IRPF) no solamente van para financiar el desempleo, sino la sanidad, la posible (futura) jubilación, la formación continua a empleados, las infraestructuras, la administración, ….., sin contar lo que se pierde, que no debería, por el camino.

Si, cotizamos y pagamos impuestos (unos más que otros, porque algunos tienen alergia a hacer la renta), nos descuentan una barbaridad (el 6.1% en nómina) para todas las contingencias de Seguridad social, o sea pensiones, sanidad, desempleo, formación, fogasa,… Y, como hemos pagado religiosamente, ah, no, que somos laicos, nos vemos con derecho a exigir una prestación por desempleo, que no dudo que sea necesaria.

Lo malo de esto es que fraudes ha habido, hay y habrá siempre. Y como ha habido muchos que se han aprovechado de la situación, nos quejamos de que desde arriba se recorte en sanidad, o se recorte en desempleo, o se recorte en medidas de protección a esas familias que sí que lo necesitan, pero que desgraciadamente están en el mismo saco que esas otras gentes que se aprovechan de que ‘como es legal, pues es mío’, y como es mío lo quiero, y ya. Y si, de camino, por cobrar tan poquito, me merezco una beca o una ayuda de lo que sea, pues también. Para casa aunque sean piedras.

O sea, lo de siempre, que nos quejamos de cuando lo hacen los demás y no nos damos cuenta de que nosotros lo hacemos igual. Anda, mira, en algo si que somos iguales…

sábado, 1 de octubre de 2016

Izquerda, derecha y otros lados...

Progreso, cambio, revolución, vaya tres términos.

Llevo días pensando y dándole vueltas a una idea. ¿Son los demás o soy yo? No sé, a lo mejor estoy equivocado, pero creo, sinceramente lo creo así, que todo ha de cambiar, actualizarse, renovarse.

La idea de progreso, en cuanto a avance es esa. Pequeños, o grandes, cambios hacen que mejoremos, que veamos el mundo que nos rodea de forma diferente. No digo mejor ni peor, solo diferente.

La política no va a ser menos. También ha de actualizarse, debemos desterrar términos e ideas que lo único que hacen es ahondar en ciertas desigualdades, problemas y coyunturas que, si las vemos desde otra perspectiva no tienen por qué existir.

Por ejemplo los conceptos de derecha e izquierda. Son términos acuñados durante la revolución francesa, final del siglo XVIII. Cuando se constituyó la Asamblea Nacional Constituyente. De forma no premeditada los partidarios de la propuesta que suponía el mantenimiento del poder absoluto del rey se sentaron a la derecha, y los que defendían un veto limitado y un poder también limitado del rey se sentaron a la izquierda, dando origen a esos conceptos.

Y ahora pregunto yo, si lo que queremos es un cambio, una mejora, un progreso, somos de izquierdas, y si lo que queremos es una estabilidad, una seguridad, un mantenimiento del estatus que hayamos conseguido en base a  nuestro esfuerzo, somos de derechas, entonces, de qué somos, porque creo que todos buscamos progresar y ser estables, avanzar y tener seguridad.

Derecha e izquierda son términos ligeramente trasnochados. Hay que actualizar, lo he dicho al principio.

La sociedad tiene retos diferentes a los que había a finales del XVIII, y también diferentes a los que había a principios del XX, por ejemplo aquí en España. En esas fechas se hablaba de ‘las derechas’ y ese discurso se sigue oyendo ahora por parte de algunos, y también se habla de izquierdas, pero ni la derecha es la derecha (de antes) ni la izquierda es la izquierda de antes.

Ya que hablamos de política, la situación actual es poco menos que triste. Cuando ves a un partido que debe ser fuerte, peleando o discutiendo por si hay un miembro más o un miembro menos en una directiva nacional, habiendo como hay problemas serios en la sociedad, peligro o posibilidad de que se convoquen unas terceras elecciones, sin un gobierno que pueda hacer nada, porque está ‘en funciones’, ¿qué podemos pensar los ciudadanos ‘de a pié’? Hemos votado (lo mismo o casi) dos veces. ¿Qué buscan, que nos echemos a la calle?

Y el Congreso, ¿es que no hace nada? Hablamos de la sede del poder legislativo, ¿qué leyes se han propuesto desde el congreso? Si todo se ha de proponer desde el gobierno, cuando se forme, claro, ¿dónde queda la separación de poderes? A ver si, al final, le voy a tener que dar la razón a D. Alfonso Guerra, cuando dijo que Montesquieu (refiriéndose a su obra ‘del espíritu de las leyes’) había muerto hacía dos siglos (dando a entender que la idea de separación de poderes no era actual).

Las noticias, ahora, en el momento de escribir este texto indican que ha habido movimiento en las filas del PSOE. A ver por dónde nos salen ahora. Espero que esto mejore, porque lo contrario da miedo, pero que mucho miedo.

martes, 27 de septiembre de 2016

Se creen que somos tontos, definitivamente...

Casi como cada día, me he levantado hoy con una frase. La escribió Charles Bukowski (escritor estadounidense nacido en Alemania) y dice ‘la diferencia entre democracia y dictadura es que en la democracia podemos votar antes de obedecer las órdenes’.

Y, por las circunstancias actuales, yo añado, y esas órdenes no sabemos quién nos las va a dar, porque no lo elegimos nosotros.

A la vista está, llevamos dos procesos electorales seguidos, hemos votado casi de igual forma en unos que en otros, y, como los que se colocan siguen estando allá arriba, en sus sitios, la cosa no se mueve.

Vivimos constantemente en campaña electoral. Aquí no son veinte o treinta días antes de las elecciones, se vota, se elige, y a trabajar. No, aquí no. Aquí, desde el momento en que se cierran los colegios electorales, nos ponemos a maldecir los resultados, y a decir que no a todo lo que se proponga desde el partido que ha obtenido mayor confianza, a echar por tierra los logros, si los hay (que más nos vale que los haya habido), y a pensar en que ‘cuando estemos en el poder esto va a cambiar’. Y así nos va.

Pero nos va así porque somos borregos. Y en los partidos son borregos. ¿De qué nos vale que un partido obtenga 140, 40, 92 o 57 escaños? Si a la hora de votar en Cortes se va a hacer lo que el líder supremo quiera, el resultado sería el mismo si se elige a cuatro, o cinco, o seis, y se les asigna un valor a cada uno de ellos. Al estilo de ‘vote usted 57 veces, y usted 84, y aquel de allí, que vote 30’. ¿Democracia interna en los partidos? Eso es una falacia. No existe. Se nos vende la moto diciendo que se ha reunido el comité ‘nosecuantos’ o hay una comisión tal, o va a haber primarias, o secundarias (si, con reválida de cuarto, no te fastidia).
Si preparo la cosa como para que solo se vea un candidato ‘oficial’, que esa es otra, pues la cosa seguirá marchando igual de mal que hasta ahora.

Señores, es hora de ponerse a trabajar, de nada nos vale pensar en lo que habría pasado si los resultados hubieran sido otros, porque no han sido otros. Han sido estos, y esto es lo que hay. Un poquito de seriedad. No, eso es mucho pedir. Aquí nos gusta salir en la foto, ya lo sabemos. Si no salgo es que la cosa está muy mala.

No somos niños pequeños, y los que se supone que nos tienen que gestionar, gobernar, dirigir, orientar, son los primeros que se portan como bebés llorones, que se enfadan cuando se les lleva la contraria. ‘he dicho que no, y es que no’, ea. Y si no, me enfado y no respiro.
Pues, a lo mejor, la solución sería que dejaran de respirar, así, por lo menos, se llevan un susto y dejan de darnos por saco.

Total, que esto no hay quien lo arregle. Pero para todo hay soluciones, aunque sean solamente momentáneas, o simples cambios de actitud.

Otra frase del mismo escritor dice ‘Lo que él realmente necesitaba era una botella de cerveza helada, con la etiqueta un poco mojada y esas gotas frias tan hermosas sobre la superficie del vaso…’ (Y si es en buena compañía, miel sobre hojuelas).