martes, 16 de mayo de 2017

Decíamos ayer.

Según cuentan las crónicas, Fray Luis de León, allá por el siglo XVI, tuvo la osadía de traducir el ‘Cantar de los cantares’ o ‘Cantar de Salomón’ al latín, puesto que el original estaba en hebreo.
Digo ‘osadía’ porque esa obra figuraba en el ‘índice’ de la inquisición por contener un lenguaje erótico, vamos, que los moralistas de la época no lo veían con buenos ojos.
En aquellas fechas él ocupaba una cátedra en la Universidad de Salamanca (universidad que el próximo año cumple ocho siglos de existencia, ahí es nada), y fue acusado y encarcelado durante cinco años, después de los cuales fue absuelto.
Tras esa ‘excedencia involuntaria’, se dice que la primera frase, o una de las primeras, al volver fue ‘dicebamus hesterna die’ que se puede traducir por ‘decíamos ayer’ o, literalmente, decíamos en días pasados, como queriendo quitar importancia al hecho de haber sido apartado mucho tiempo de la docencia y de una vida más o menos normal.

Posteriormente han sido muchos los que la han usado, por ejemplo Miguel de Unamuno y, más recientemente, Enrique Tierno Galván.

En la anterior entrada a este blog comenté que estaba pensando en tirar de las orejas a aquellos que no usan algunas locuciones de la forma que sería correcta u ortodoxa.

Pues, al lío.

Latinismos (expresiones que provienen del latín y se usan en otras lenguas) hay muchos, y no todos se usan como deben.

Oímos, y leemos, ‘ab intestato’ cuando nos referimos a alguien que no ha dejado testamento; también hablamos de ‘a priori’ o ‘a posteriori’ antes o después de que ocurra algo, …
Pero también leemos y escuchamos ‘a groso modo’ cuando hablamos de grandes rasgos, o sin mucha exactitud. Y no, señores, no está bien. No es ‘a groso modo’. La preposición ‘a’ no existe en latín, por tanto la eliminamos, y no es groso, sino grosso, con doble ‘s’. De forma que debemos escribir ‘grosso modo’. Es más, con éste y con los demás latinismos crudos (locuciones tal cual del latín) debemos ponerlas en cursiva o entre comillas.
Ej: Como es un curso de iniciación, veremos ‘grosso modo’ las posibilidades de esta herramienta.

Cuando hacemos algo por iniciativa propia, porque nos ‘sale del alma’, sin que nos obliguen a ello, solemos expresar que lo hacemos ‘de motu propio’ o, incluso, ‘por motu propio’. En ambos casos estamos equivocándonos, ya que volvemos a lo de antes, ni de, ni por, simplemente ‘motu …’ y no es propio, que eso es español, sino proprio, que es latín.
Ej. El condenado se presentó ‘motu proprio’ en la comisaría días después de los hechos.

Cuando algo va en aumento decimos que va ‘in crescendo’ pero no debemos decir ‘en crescendo’ que está mal.

Si algo no tiene importancia es ‘peccata minuta’ con doble ‘c’, no pecata.

Si queremos mantener las cosas como están, o definir como deben estar hablamos de su ‘statu quo’, no status quo, que es el grupo de rock británico que interpretaba el conocido ‘whathever you want’.

Y así muchas.

Una más, que puede que haya nombrado por aquí. Cuando algo nos sorprende decimos, o dicen, ‘cosas veredes…’. ¿a que si?, pues mal, muy mal. Esa frase, que continúan con ‘amigo Sancho’ no está en el Quijote. De hecho no la escribió Miguel de Cervantes en ninguna de sus obras (ese extremo no llego a confirmarlo, puesto que aún no me las he leído todas). 

Hay quien dice, y ahí ya se acerca más a la verdad, que pertenece al Cid, al ‘cantar de Mio Cid’, pero tampoco.
Procedente de Google Books, cayó en mis manos un ejemplar digital del ‘Romancero del Cid’.
Se trata de la digitalización de un ejemplar de la Universidad de Michigan, de uno de los libros de ‘las cien mejores obras de la literatura castellana’ de las ‘bibliotecas populares Cervantes’.
Dicha obra, titulada ‘Romancero, e Historia del mvy valeroso cavallero el Cid, Ruy Diaz de Biuar, en lenguaje antiguo’ recopilado por Juan de Escobar, año de 1614, es un conjunto de romances, entre los cuales hay uno en el que se puede leer:

…Calledes, le dijo el Rey,
en mal hora, que no en buena,
acordásevos debía
de la jura y la ballesta.
Cosas tenedes, el Cid,
que farán fablar las piedras,
pues por cualquier niñería
facéis campaña la iglesia.


jueves, 4 de mayo de 2017

De usos y costumbres.

Estaba pensando en comentar acerca de cómo usamos determinadas frases, en concreto algunas locuciones latinas y alguna que otra en castellano antiguo, cuando he advertido, no sin dificultad, porque llevo tiempo que si no veo el calendario no sé en qué día vivo, que estamos en una fecha que es famosa y muy usada por los aficionados o fanáticos (los que decíamos el otro día que se pueden o suelen calificar como ‘friquis’) del ‘universo Star Wars’.

Si, es 4 de Mayo, día de esta saga cinematográfica.

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué se celebra en este día? Seguro que sí. Lo que ya no es tan seguro es que sepáis la razón.

El episodio IV ‘Una nueva esperanza’, primera de las hasta ahora 8 películas, se estrenó en Mayo de 1977. Ah, claro, por eso la fecha de hoy…pues casi, pero no. El estreno fue el 25 de este mes.

Dije al principio de alguna frase en latín y/o en castellano antiguo. Pero, ¿Qué tienen en común locuciones latinas, con textos de la Edad Media, o alrededores, y con el inglés? Muy fácil, que todas han de ser traducidas o adaptadas, y es en esa traducción cuando pierden el verdadero significado.

En el caso que nos ocupa el ‘fallo’ es el siguiente (realmente no es un fallo, está hecho adrede):
Cuando leemos fechas en inglés nos referimos a los días atendiendo al ordinal, no al cardinal, y al mes en cuestión, así el dos de Abril, será el segundo de Abril, el 10 de Enero será el décimo de Enero y así con todos. Abreviar en inglés un ordinal es fácil, no tanto como en español, que le colocamos el símbolo º y asunto solucionado, para ello hay que añadir la terminación ‘st’ para los que acaben en 1 (excepto el once), ‘nd’ para los que acaben en 2 (excepto el doce) y ‘th’ para los demás. También sabemos que el mes se coloca antes del día (decimos Abril, el segundo). De esa forma si hablamos del día de hoy diremos Mayo, el cuarto, o ‘May, 4th’, leído algo así como ‘Mey de fors’, que sí, que ya sé que no es correcto, no estoy transcribiendo fonéticamente, pero es que ese es el caso. Es un hábil juego de palabras.
Dos años después del estreno, el 4 de Mayo de 1979, la conservadora británica Margaret Thatcher tomó posesión de su cargo en el 10 de Downing Street. No sé si en un periódico de la fecha o en su equipo de campaña, o en su partido (creo que fue en esto último) se le mandó un mensaje jugando con la similitud de pronunciación del ‘que la fuerza te acompañe', a Luke) y el deseo de que ‘hiciera suyo ese 4 de Mayo’, de tal forma que le enviaron el conocido ‘May the fourth be with you’  (que podríamos traducir, libremente, como estaremos contigo el 4 de Mayo, por ejemplo).
Del resto ya nos encargamos los demás.

Es éste un caso muy conocido, pero hay más. Podemos ver adaptaciones al español (o a otros idiomas) de títulos de películas, libros, …
Buscad, buscad en google.

Otro juego de palabras en inglés que se perdió en la traducción al español fue, por ejemplo el caso de ‘Hill Street Blues’ aquí emitido como ‘Canción triste de Hill Street’. Si, claro, un blues es una canción triste, pero los blues, los azules, en la gran manzana, eran (o son) los policías. Eso era el verdadero significado en inglés y aquí pues nos quedamos pensando toda la serie en qué tendría que ver una canción triste con lo que se emitía.

Furillo, en esa serie decía siempre ‘Tened cuidado ahí fuera’. Yo os digo lo mismo.