domingo, 13 de noviembre de 2016

'El e-mail' o 'de cómo pueden cambiar las cosas'

Hace años leí el texto que copiaré a continuación. Sinceramente, no sé de dónde lo extraje, ni voy a averiguarlo, creo. Lo cierto es que lo guardé junto con otras cosas y lo he encontrado hoy.

Una historia parecida es parte de una actuación del malagueño Dani Rovira. Él, obviamente, lo adorna en aras de conseguir mayor efecto cómico (y dramático, que tambien).

Esta es la historia:

Un hombre pierde su trabajo. Después de buscar varios meses, se entera de que en Microsoft necesitan barrenderos. El gerente de relaciones industriales le pregunta sus datos, lo observa barrer, le felicita y le dice: "El puesto es suyo. Deme su e-mail, para informarle el día y la hora en que deberá presentarse".

El hombre, desconsolado, contesta que no tiene email, y el gerente de relaciones industriales le dice que lo lamenta mucho, pero que, si no tiene e-mail, virtualmente no existe, y como no existe, no le puede dar el trabajo.

El hombre sale desesperado, no sabe qué hacer y sólo tiene $250 en el bolsillo. Entonces decide ir al mercado de abastecimiento de frutas y verduras y compra un cajón de tomates de 10 kg. Se va de casa en casa vendiendo el kilo de tomates a $50. En menos de dos horas ha duplicado su dinero; repite la operación otras tres veces, cena en un pequeño restaurante y vuelve a casa con $ 150.

Se da cuenta de que, de esa forma, puede sobrevivir, y cada día sale más temprano y vuelve más tarde. Así duplica, triplica y hasta cuadriplica el dinero en un solo día. Con un poco de suerte logra comprar una camioneta, que un año después cambia por un camión; a los tres años, ya tiene una pequeña flota de transporte.

A los cinco años, el buen hombre es dueño de una de las principales distribuidoras de alimentos del país. Entonces recibe a un agente de seguros y, al terminar la conversación, este le pide al empresario que le dé su dirección electrónica para enviarle la póliza. El hombre contesta que no tiene email, y el agente le dice:

-Si usted no tiene e-mail y llegó a construir este imperio, no quiero imaginarme lo que sería si lo tuviera.

Y el buen hombre replica:

-Sería barrendero de Microsoft.

Moraleja 1. Internet no te soluciona la vida.

Moraleja 2. Si trabajas por tu cuenta y tienes suerte, puedes ser millonario.

Moraleja 3. Si quieres ser barrendero de Microsoft, es mejor tener e-mail.

Corolario. Si este mensaje te llega por e-mail, es muy probable que estés más cerca de ser barrendero de Microsoft que multimillonario.

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